4/8/10

Tacto, vista, oído... protégelos del sol


Antes de salir a disfrutar un buen baño de sol debes saber que la cantidad de radiación solar es mayor...





  • En las estaciones de primavera y verano que en otoño e invierno.
  • A gran altitud (en la montaña) y cuanto más alto está el sol (al mediodía).
  • Con independencia la meteorología: las nubes dejan pasar la mayoría de los rayos UV.
  • En la nieve, puesto que ésta puede reflejar hasta el 80 por ciento de la radiación.

Prepara, protege y repara tu piel

  1. Aplícate crema con protección solar generosa y uniformemente 30 minutos antes de la exposición al sol sobre la piel limpia. Después, durante la exposición al sol, repite la aplicación cada dos horas.
  2. Adecua el factor de protección a las condiciones de tu piel –si es grasa usa un protector gel, si es seca una crema y si es mixta una loción– y al tipo y tiempo de exposición.
  3. Protégete, además, con sombrillas, viseras, sombreros y gafas de sol.
  4. No olvides que la piel de la cara, las orejas, la nariz y el escote es muy delicada. ¡Protégelas!
  5. Evita la exposición solar entre las 12 y las 16 horas para evitar los rayos más dañinos.
  6. Bebe agua en abundancia mientras tomas el sol, aunque no tengas sed.
  7. Sécate bien después de cada baño, para evitar el efecto lupa de las gotas de agua.
  8. Cuida la piel, también después del sol, aplicando una loción corporal hidratante.
  9. Si notas cambios de forma, tamaño o color de una peca o lunar, consulta al dermatólogo.

Falsos mitos sobre la exposición de la piel al sol

Aplicar capas superpuestas de crema solar aumenta el factor de protección
FALSO. La crema con protección solar debe aplicarse antes de la exposición al sol, de manera uniforme, y repetir la aplicación cada dos hora de exposición; untar varias capas de crema no protege más.

Las cremas no pueden usarse en la temporada siguiente a su compra
FALSO. Si no han caducado y se han resguardado del sol o de las altas temperaturas, las cremas con protección solar pueden ser utilizadas hasta que se cumpla su fecha de caducidad.

El factor de protección solar alto impide el bronceado
FALSO. La protección solar de las cremas absorbe parte de los rayos ultravioleta y evita las quemaduras, pero no impide que sigamos creando melanina, que es lo que nos hace ponernos morenos.

Los productos resistentes al agua no pierden su capacidad de protección en función del tipo de agua y la actividad que realizamos.
FALSO. Tras una actividad física que nos provoque sudoración y después de un baño debemos secarnos bien y aplicarnos de nuevo crema protectora.

Consejos una experta para la exposición de la piel al sol

Mª Teresa Gutiérrez Salmerón, Vocal de la Academia Española de Dermatología y Venereología, nos aclara algunos conceptos relacionados con las manchas de la piel provocadas por la exposición al sol.

Cuando se habla de manchas solares, debemos señalar que la clave preventiva común a todas ellas es la fotoprotección durante todo el año. Sin embargo, entre los diferentes tipos nos referimos a procesos muy diferentes, tanto en relación a su repercusión estética como a su pronóstico. Podemos distinguir:

  • Efélides: Son las conocidas vulgarmente como “pecas”. Aparecen en las zonas expuestas al sol, sobre todo en personas de piel clara, rubias o pelirrojas y se presentan como pequeñas manchas de color marrón claro que aumentan con la exposición solar. No entrañan peligrosidad.

  • Léntigos: Son manchas de coloración más oscura que las efélides y de tamaño variable, entre pocos milímetros hasta varios centímetros. Aunque pueden aparecer a cualquier edad y en cualquier localización, los más frecuentes son los léntigos solares, que aparecen en personas de edad madura, en lugares expuestos al sol de forma crónica. Aunque la mayoría de estas manchas sólo plantean problemas estéticos, su presencia nos habla de una exposición solar crónica con mayor riesgo de aparición de cáncer cutáneo. Además, aquellos de color y forma irregular precisan de valoración dermatológica para realizar un diagnóstico diferencial con el léntigo maligno denominado melanoma.

  • Cloasma o melasma: Es uno de los motivos de consulta más frecuente en Dermatología. Se caracteriza por un aumento de la pigmentación en diversas zonas de la cara que aparece en relación con la exposición solar. Su tratamiento es tópico con preparados despigmentantes y sustancias exfoliantes, siempre prescritos por un dermatólogo, y complementados en ocasiones con peelings o máscaras que se aplican en consulta.

¿Qué gafas de sol te convienen más?

¿Te favorecen, son tendencia...? A la hora de buscar tus gafas de sol debes tener en cuenta cuestiones más importantes para que te protejan ante las radiaciones nocivas: ¿qué tamaño y forma ha de tener la montura?, ¿qué características han de tener los filtros?:

  1. Montura: Debe cubrir de frente y lateralmente de los rayos solares. Su forma debe proteger además de permitir una perfecta visión. Es recomendable quesea de cristal u orgánica y no debe ser de plástico, porque tiende a deformarse con el paso del tiempo.
  2. Filtros: Pueden variar en función del color, el grado de filtración de la luz visible
    y sus características. Así, al margen de modas pasajeras, los filtros que podrás encontrar
    en función del color son:
  • el marrón: mejora la visión de los contrastes, aunque es el filtro que más altera la percepción de los colores. Se recomienda para la realización de deportes de invierno, tenis, en la montaña, casos de miopía o bajo luz artificial;
  • el gris no altera la visión de los colores y es el más recomendable para utilizar durante la conducción y en periodos prolongados de uso;
  • el verde altera muy poco la visión de los colores y se adapta bien en todo tipo de usos, en especial en caso de hipermetropía y para deportes acuáticos y de invierno;
  • el amarillo mejora los contrastes y se recomienda para la conducción nocturna.

Tus oídos, bien protegidos del agua

Con el sofocante calor del verano, los largos chapuzones en la playa y en la piscina se hacen casi imprescindibles para mantenernos frescos.

Aunque resulta muy beneficiosa para hidratarnos, el agua puede ser perjudicial si se acumula dentro de nuestros oídos. Por lo tanto, es recomendable protegerlos con productos fabricados a medida, como los moldes de baño.

Si estamos en el agua durante mucho tiempo, puede ocurrir que la suciedad y el agua se depositen en el conducto auditivo externo. De esta forma, los hongos y las bacterias pueden desarrollarse con más facilidad, produciendo posibles infecciones. En el caso de las piscinas públicas, los productos químicos que suelen añadirse al agua pueden alterar el pH de la piel y activar micro-organismos que se hallan en estado latente en nuestros oídos, dando como resultado una infección.

Los moldes de baño son protectores a medida fabricados en material hipoalergénico, ligero y flexible. Ofrecen la mejor protección contra el agua y se adaptan a la forma del canal auditivo. Están especialmente concebidos y diseñados para proteger nuestros oídos en medios acuáticos. Más vale prevenir que sufrir una infección de oído: evita ese dolor usándolos en la playa o en la piscina.

Puedes informarte sobre cómo conseguir tus moldes de baño a medida en www.gaes.es.


FUENTE: LORENA MARTINEZ REDACCIÓN REVISTA JUBILO.

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